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Taconsillos

Un cruce de vidas

Hacia unas horas que habíamos vuelto del paseo, hacia frio , era 4 de enero y yo estaba en ese duerme vela que le regala un relax profundo al cuerpo después de haber hecho 1h de ejercicio, sonó el teléfono, era Manuel , le decía a Des que al recoger la Mozivan ( me gustaría mucho hablaros de la Mozivan, el nuevo vehículo de La Pasión de Mozart pero os hablaré de nuestro cacharro de 4 patas digo ruedas en cuanto salgamos de ruta de ríos con ella) del taller, se había encontrado con una familia que llevaba en los brazos a un ser recién nacido.

Nos contó también que con mucho cuidado le preguntó a la mamá y a los dos niños que cargaban con el pequeño, ¿Qué le había pasado? Enseguida los dos niños pequeños, con la ayuda de su madre, comenzaron a explicar a Manuel que el corderito llevaba un día sin comer, su madre había sido trasladada a otro campo, ya que cuando la persona responsable de su cuidado le había bajado del camión por equivocación, juntándole con otra madre que no era suya. Y la mamá que no era su mamá buscaba desesperadamente a su bebé, el cual seguramente habría viajado en el mismo camión en el que se fue la mamá del corderito que había rescatado la familia.

Tras varios minutos de conversación emocional de la familia con el responsable de las ovejas, este, decidió cederles al corderito, quizá obligado por aquellos niños cuando le explicaron entre sollozos que el corderito moriría si no se alimentaba en las próximas horas.

Tras oír aquella historia Manuel le dio inmediatamente su número el nº de teléfono, les explicó lo que hacemos en la agencia por si en algún momento necesitaban ayuda con aquel bebé, se despidió, se montó en la Mozivan y volvió a la agencia.

Una visita inesperada

A la mañana siguiente, en la agencia, sonó el tlf de Manuel, le observé la cara, al principio se mostró preocupado, después, su semblante se transformo en alegre, a los pocos minutos, colgó y nos informó de que el corderito bebé pasaría unos días con nosotros en la agencia hasta que pudiéramos encontrarle una buena madrina. Por lo visto, la familia, después de un día con él se habían percatado de la responsabilidad tan grande que conllevaba cuidar y alimentar a un bebé de cordero, biberones cada 4 horas, cambio de pañales cada 2h y atención 24h/7h, tal cual lo hubiera hecho una madre con su cachorro recién nacido.

Nunca se me va a olvidar aquel 5 de enero por la tarde cuando conocí al ser del que tanto nos había hablado Manu, fue mágico oler a un bebé que parecía un perro, pero no lo era, su mullidito pelaje desprendía olor a hogar, parecía tener a penas días, pues el cordón umbilical estaba intacto, a pesar de su carita de dormido podía leerse en él la inocencia de un niño. Me llamó mucho la atención que su pequeño cuerpo era más rígido que el de un cachorro, aunque después de un par de horas jugando con él ya entendía el porqué de su genética.

La familia comenzó a despedirse, los niños tenían los ojos llenos de lágrimas, sobre todo el más pequeño, por como le miraba en su despedida supe que había conocido en ese corderito a un amigo, me acerqué a él y le di con la pata, esperando que pudiera entender que el tiempo que estuviera con nosotros estaría cuidado y protegido.

Taconsillos

La puerta se cerró y Des y yo nos quedamos a solas con aquel bebé, al instante estiró sus largas patitas y se puso de pie y comenzó a berrear buscando a la familia sin parar (es curioso como todxs lxs animales usamos nuestro lenguaje para comunicarnos con el ser que haga falta) a los 5 min acompañó los berridos con saltitos y vi que Des se apresuró a sacar de una bolsa que había traído la familia, una teta artificial llena de leche. Se la ofreció para que la oliera, no vaciló, parecía conocer cómo funcionaba aquel artilugio, se la bebió como si llevase mucho tiempo sin comer, al terminar, le debió de entrar mucha alegría en aquel cuerpito saltarín, comenzó a brincar por toda la agencia, se subía a al sofá, se subía a la mesa , lo intentó varias veces con las sillas pero su cuerpito aún no estaba lo suficientemente entrenado, yo le seguía de cerca, cuando veía que podía caerse le ladraba, y cuando no trataba de subirme con él.

El arte que desprendía en cada giro, en cada derrape y en cada pasito con sus pezuñas nos recordó al arte que desprende una bailarina o bailaora y entre risas y saltos, Des comenzó a llamarle Taconsillos

8 días con Fillomena

A los dos días de la llegada de Taconsillo a la agencia comenzó a tener deposiciones liquidas, nos asustamos un montón, aunque a él no parecía afectarle lo más mínimo, después de mucho leer y hablar con varias personas de santuarios de animales contactamos con Natalia, veterinaria y fundadora del Santuario Vera, ella fue la persona que nos indicó qué medicamentos debíamos comprarle para tratar su afección. Al mismo tiempo que las caquitas liquidas de tacones, llegó Filomena, la cual tuvo el detalle de dejarnos incomunicadxs durante una semana, (como sabéis nosotrxs tenemos la agencia en una urbanización que se llama El Bosque en la cual hay que desplazarse kilómetros para encontrar una farmacia o un supermercado) así que Manuel y yo decidimos caminar varios kilómetros entre la nieve para conseguir lo que Taconsillo necesitaba. ¡Menuda aventura!

Wou wou wou , como me gusta sentir la nieve entre los deditos de los pies.

El Hada Madrina

Hace dos días recibimos la visita de Natalia, os prometo que cuando vi aquel baile de besos entre Taconsillo y ella, supe que habíamos encontrado su futuro hogar, su hada madrina había hecho su aparición estelar. Fue muy bonito ver a dos seres de diferentes especies amarse al primer instante. Me guardo ese recuerdo en el cajón de las emociones humanas.

Seguiremos tus taconeos

Acabamos de despedirnos de Taconsillo, se ha ido con Nuria, voluntaria en el Santuario Vera, ella será su mamá hasta que tenga la edad suficiente para irse con los habitantes del Santuario (Santuario de nueva creación) pasará semanas con ella , es una especialista en bebés y en dar amor incondicional a seres tan especiales como Taconsillo.

En 10 días los integrantes de la agencia no habremos dormido más de 4h seguidas, entre el trabajo, los biberones, los pañales y Filomena, estamos agotadxs, aunque estamos inmensamente felices, sabemos que Taconsillos será un corderito libre, podrá tener su propia familia y tendrá experiencias que le harán crecer grande y feliz a pesar de haber perdido a su mamá trágicamente.

Taconsillo y su taconeo es un ejemplo de vida, un ejemplo de superación y de amor, habernos cruzado con él nos ha hecho crecer como agencia y como seres.

Como CEO de La pasión de Mozart y en representación de todxs sus componentes, estoy profundamente agradecido a cada uno de nuestros compañeros de viaje, empresas que confían en nuestro trabajo, dedicación y esfuerzo que invertimos como profesionales en sacar adelante los proyectos que nos proponen, permitiéndonos a través de ellxs, invertir parte de nuestros beneficios en ayudar a vidas como la de Taconsillos. Y a todos los Santuarios como El Santuario Vera, que dedican su vida para ayudar a través del amor a animales considerados de “granja”.

GUAUGRACIAS

Fdo: Mozart

El arte que desprendía en cada giro, en cada derrape y en cada pasito con sus pezuñas nos recordó al arte que desprende una bailarina o bailaora y entre risas y saltos, Des comenzó a llamarle Taconsillos.
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